Bienvenidos compañeros y amigos a la TRIBU UCONTROLERA, donde nos encontramos para compartir nuestras vivencias en el campo de vuelo.
Una tormenta eléctrica que llegó a los cielos de Buenos Aires en las primeras horas de la madrugada, permaneció en su sitio casi sin moverse hasta muy avanzada la mañana. La persistente lluvia, acompañada de ensordecedores truenos, dejaba poco margen para pensar en volar.
Al llegar este servidor al campo, varios compañeros ya se preparaban para las tareas de la tarde. Los modelos ocupaban el asfalto, mientras una extraña figura caminaba entre ellos, como en una escena de ciencia ficción.
En una primera mirada, creímos estar seguros de hallarnos ante la presencia del mismísimo Bob Esponja, quien se encontraría entre nosotros por misteriosos motivos.
Por mucho que mirábamos por debajo de la colchoneta, no terminábamos de enterarnos de quién se trataba.
Más tarde, cuando este personaje hubo dejado su disfraz, supimos que se trataba de Míster Sturla, quien habría estado en misión periodística ultrasecreta, razón por la que no le preguntamos nada.
Sí nos interesamos vivamente, lo mismo que él, por los modelos que descansaban sobre la calle interna adyacente al campo.
Había allí algunos modelos nuevos, y otros no tanto, junto a las aeronaves que habitualmente pueblan los cielos de Lugano los fines de semana.
La estrella de la tarde fue, sin dudas, el imponente B-17 construído por Roberto Mestorino, un enorme pájaro mecánico de dos metros y diez centímetros de envergadura, único en su tipo en Latinoamérica, motorizado con dos Thunder Tiger .46.
Este bombardero, cuya construcción fue iniciada “en los tiempos de Vélez” (frase con que suelen empezar tantísimas anécdotas ucontroleras) allá por el noventa y dos, y que ha recorrido todas las pistas de u-control de las inmediaciones porteñas, cuenta con control electrónico de motores, flaps y tren de aterrizaje, siendo impresionante de ver en vuelo una vez que guarda sus ruedas.
Como te veníamos diciendo, el vuelo de esta nave es algo digno de verse. Se mueve serenamente en el cielo, con gran realismo, y como si no pesara nada, aunque sus motores lo llevan con firmeza y regularidad, insumiéndole cada vuelta bastante más tiempo del que estamos acostumbrados a ver en otros modelos de menor tamaño, y esto debido a los 38.5 metros de línea (cuarenta hasta el balancín, contando el ala interna y el brazo del piloto) con que vuela este avión. Quizá tengas oportunidad más adelante de verlo personalmente.
Otro de los modelos que llamaron la atención fue el nuevo Grumman F4F WILDCAT de la US NAVY, hermoso modelo perfil construído por Sergio Iriarte, y que aún espera su vuelo inaugural. FELICITACIONES AMIGO!
También fue estrenado un nuevo “Loro” o Stunt Trainer, el LORODOS del escriba, un modelo que resultó ser sumamente dócil y obediente.
Otro de los modelos emblemáticos de la Escuadrilla Pantera que también estuvo presente en esta idílica tarde de ucontroleros, fue el MUSTANG P-51 de Mestorino. Este modelo posee, como su hermano mayor el B-17, control de motor, permitiendo de este modo unos aterrizajes muy suaves.
No nos importaron los mosquitos, ni la humedad, ni el Sol de frente al atardecer. Sostuvimos nuestra presencia en el campo prácticamente hasta que oscureció, como siempre, y nos fuimos a casa con el corazón contento.
Compañeros de tribu y visitantes, levantamos nuestro termo lleno de agua calentita y brindamos con Ustedes en una gran rueda de mate virtual, como lo hacemos cada sábado en el campo con agua de verdad, deseándoles a todos un año mejor que el que se va, con buena salud en el cuerpo, buenas ruedas para llegar al campo, y buenas alas para volar.
BUENOS VUELOS!
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